Hangzhou (China), un día de verano a las 6 de la mañana. Un señor mayor deambula por las calles en pijama. ¿Demencia senil, desorientación? En absoluto.
Por todas partes se obervan más hombres y mujeres con igual atuendo y actitud ¿Epidemia? Nada de eso.
Por todas partes se obervan más hombres y mujeres con igual atuendo y actitud ¿Epidemia? Nada de eso.
Con paso seguro se dirigen al Lago del Oeste, un lugar idílico donde los primeros rayos del sol iluminan las suaves colinas, las pagodas y las flores de loto.
Llegados al parque, en la orilla empiezan ejercicios de calentamiento y estiramiento, previos a su actividad física.
Después, cada cual comienza a practicar su disciplina matutina: tai-chi, coreografías, bailes, artes marciales, etc. Solos o en grupo, con mayor presencia de mujeres que de hombres, pero siempre abstraidos del entorno, ajenos a la mirada de este asombrado turista, entregados con ceremonial seriedad a sus ejercicios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario