lunes, 29 de julio de 2013

Levadas

Madeira es un paraíso para el senderismo. Por las laderas de sus abruptos valles tapizados de verde, discurren las levadas. Éstas son acequias construidas durante siglos para llevar el agua de los manantiales del norte y oeste de la isla hacia los cultivos del sur y del este, zonas más pobladas y áridas. Siguiendo estos cursos artificiales de agua, discurren sendas trazadas para su mantenimiento por parajes umbríos y evocadores, cuya dificultad es en muchos casos accesible a todos y que constituyen una excursión obligada.
Asombra el trabajo esforzado y paciente de quienes fueron tallando en la piedra estos senderos, a veces colgados sobre el precipicio.
Al final del camino encontramos las fuentes que nutren la levada.
Fotos: Levada das 25 Fontes en Rabaçal (Madeira)

jueves, 25 de julio de 2013

Souvenirs de Madeira

Sin ánimo de hacer un folleto turístico, estos son algunos detalles esenciales en la isla...
 Los jardines
 Grandes cuestas en todas partes. A veces parecen imposibles de subir, incluso para el coche en primera
 Plantaciones de plátanos
 Los Palheiros (mejor no traducir), casas típicas con techados de paja.
 La arquitectura manuelina
 Al ser una pequeña isla, paradójicamente, cuanto más te alejas del mar, más te acercas a él.
 Lagratijas abundantes y variadas
Mosaicos geométricos en los suelos de Funchal
Muchas flores
... y más cosas que iremos viendo

lunes, 22 de julio de 2013

jueves, 18 de julio de 2013

Un aeropuerto emocionante

El aeropuerto de Madeira es considerado uno de los más difíciles y peligrosos del mundo, hasta el punto de que sólo se permiten operaciones nocturnas a pilotos experimentados en él durante el día. Debido a la abrupta orografía de esta isla de origen volcánico, la pista de aterrizaje se ubica en una explanada al borde del mar. Tras algún accidente y con objeto de poder albergar a los nuevos grandes aviones de pasajeros, en 2000 se amplió la pista en 1 km, construyendo sobre pilastras de 120 m de alto (60 m sobre el mar y 60 m bajo el mar).
Al acercarme en coche puedo ver la cabecera de pista, cercana al mar.
La propia carretera transcurre en un tramo bajo la pista sostenida por las pilastras.
Una vez en el avión, se hacen bromas... pero "con la mosca tras la oreja".
Preparando el despegue, el avión se sitúa en un extremo de la pista, apurando tanto que, al girar, puedo ver que el ala lo hace sobre el vacío. Luego se inicia la aceleración. Todos deseamos que se eleve ya, mientras vemos que cada vez queda menos pista por delante. Finalmente, vamos arriba y observo con espanto cuán cerca del extremo nos hemos elevado. Experimento el "miedo retroactivo".

miércoles, 17 de julio de 2013

Vuelta a casa

Regreso tras dos semanas isleñas: en Palma de Mallorca, por un congreso profesional; luego, en Madeira, por turismo. Siempre, acompañado de la cámara. Así que traigo unas cuantas imágenes que en unos casos me han parecido llamativas; y en otros, al menos diferentes a lo que cada día encuentro por aquí. Empiezo con un barco equilibrista y con una gaviota turista.
Fotos: Funchal (Madeira)