jueves, 19 de mayo de 2011

Nunca más negarlo para nunca más vivirlo

La dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet ejerció una implacable labor asesina de eliminación de sus opositores. Se estima que desde 1973 a 1990 fueron 28.800 las víctimas de su acción represora. En el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, en Santiago, cientos de sus fotografías llenan un muro como recordatorio sobrecogedor.
Este museo necesario fue inaugurado el 10-01-2010 por la presidenta Michelle Bachelet, En la inauguración  pronunció las palabras "Nunca más negarlo para nunca más vivirlo". Una lección también para nosotros.
En el nº 38 de la Calle Londres, esta elegante mansión fue uno de los centros de tortura de la DINA, policía política pinochetista.
Tras esos muros perecieron de forma ignominiosa 95 personas, casi todas ellas muy jóvenes, cuyos nombres figuran en adoquines de fundición en el pavimento de la calle, frente a la casa.

EL CABALLITO DE MAR.
En los centros de detención y tortura los prisioneros eran mantenidos con la vista permanentemente vendada. El único momento en que les permitían sacársela era en el baño. A sus pies podían ver en la rendija metálica del desagüe la imagen de un caballito de mar. Un breve espacio de libertad en medio de la incomunicación y la tortura. El caballito se convirtió en un símbolo y quedó inmortalizado en artesanías en hueso, madera, metal y cualquier material que la precariedad permitía. Se puede ver grabado, dibujado en cartas de presos y objetos cotidianos.

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