La ciudad de Florencia está dominada por la inmensa cúpula de la catedral de Sta. María del Fiore, el Duomo.
Tiene 114,5 metros de altura, 45,5 metros de diámetro exterior y 41
metros de diámetro interior. Destaca, además, por el hecho de que se eleva más alta que la propia torre de la catedral, algo poco usual.
Está construida de modo que se anulan los empujes horizontales para no transmitir al tambor que la sustenta prácticamente otra carga que la del propio peso. Consta de más 4 millones de ladrillos, siendo la mayor cúpula de albañilería del mundo. Es obra de Bruneleschi, quien se inspiró en el Panteón de Roma, aunque éste tiene una base circular. Aquí se logra la transición desde una base octogonal a la forma de un paraboloide de revolución. Bruneleschi tuvo que inventar maquinaria y técnicas constructivas de las que no quedaron testimonio. Su construcción duró 16 años (1420-1436). Hoy día algunos arquitectos siguen investigando cómo pudo hacerlo.
Está construida de modo que se anulan los empujes horizontales para no transmitir al tambor que la sustenta prácticamente otra carga que la del propio peso. Consta de más 4 millones de ladrillos, siendo la mayor cúpula de albañilería del mundo. Es obra de Bruneleschi, quien se inspiró en el Panteón de Roma, aunque éste tiene una base circular. Aquí se logra la transición desde una base octogonal a la forma de un paraboloide de revolución. Bruneleschi tuvo que inventar maquinaria y técnicas constructivas de las que no quedaron testimonio. Su construcción duró 16 años (1420-1436). Hoy día algunos arquitectos siguen investigando cómo pudo hacerlo.
Al costado de la catedral está la estatua de Bruneleschi que, compás en mano, alza la mirada hacia su obra inmortal.
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